Tengo 25 años. Hace un par de siglos llegabas a “la edad” a los 16, pero la industrialización y la necesidad de tener trabajadores educados en vez de fuertes hizo que el número aumentara a 18.

Mi edad no me hace sentir adulto. “Adulto” para mi eran mis padres, mis profesores o en general la gente con la que no tenía nada en común. Ellos me aceptaron en el club hace años, pero siento que no pertenezco.

Compras un auto, rentas un apartamento, pagas impuestos, pagas cuentas, contratas gente, pagas sueldos, recibes cheques, sabes qué es un cheque y cómo llenarlo, limpias voluntariamente los platos, negocias con gente del doble de tu edad, gente del doble de tu edad te pide cosas, planeas una vida con alguien. Y aun así, no siento que lo sea.

Mi auto es un juguete caro. Mi apartamento una base de operaciones. Mi empresa un reto divertido para jugar todo el día, no un empleo para mantener una familia. El dinero es los puntos que te permiten ganar el juego, no el fin por el que trabajas. La linea que separa los hobbies del trabajo no existe. Como dice XKCD, mi cerebro dejó de crecer hace muchos años y he estado fingiendo desde entonces.

¿Qué es ser adulto si me sigo sintiendo niño? ¿Tener un hijo? ¿Mantenerlo? ¿Endeudarme? ¿Crear una familia? ¿Crear una empresa? ¿Otra empresa? ¿Viajar más? ¿Viajar menos y establecerme?

Quizás un día descubran que nunca crecí y me pondrán bajo supervisión adulta responsable. Así tal vez me sienta seguro de seguir jugando, como lo he hecho hasta hoy.


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